Llegó el verano de este año malo en el que no teníamos dinero para nada. Caían por todas partes tormentas de problemas y parecía que el sol no nos iba a volver a sonreír nunca. Pero nos teníamos mucho el uno al otro, y nos contenía una furgoneta elefantástica capaz de llevarnos tan lejos como nuestra imaginación quisiera. Por suerte, los sueños no necesitan gasolina.
olle!! te ha quedado genial!!!
ResponderEliminarMuchas gracias!!
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