Después del invierno

De repente, la bola del mundo se puso a girar. La energía acumulada y retenida durante tanto tiempo hizo arrancar los motores de mis días, y lo que había sido calma aparente y espera desembocó en un viaje frenético rumbo a una nueva vida.


Aterricé en el Nordeste de algo que alguna vez fue Europa, y no tengo ni máquina de coser ni lanitas ni retales de colores, ni siquiera sé hasta qué punto me tengo a mí. Por aquí os dejo lo último que cosí en el invierno, antes de que esta cascada de primavera fulgurante arrasara con todo.






No sabría decir si esto es una despedida, porque sé bien que ni las manos ni la cabeza van a detenerse, por muy lejos que vayamos. Pero sí que habrá una pausa, y luego un cambio, y un territorio desconocido más allá de la frontera. Si queréis venir conmigo, volveré por aquí para compartir el camino. Buen viaje hacia allí donde sea que estéis andando.

2 comentarios: