Llegan en una mañana de invierno, se enredan en tu cuello, y florecen.
Son naranjaazul, amarillo oro, verde color caja de lápices alpino. Te envuelven para que no pases frío, te susurran al oído: "si sales a la calle, llévame contigo". Cómo negarse a tanta primavera en mitad del frío. Así que aquí nos tienen. Completamente abrazados. Secuestrados de lana y de cariño.
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