Menos mal que han aterrizado por aquí todos estos cálidos contenedores de cachivaches. Deliciosamente imperfectos, abrumadoramente irrepetibles. Llénalos de tus trastos, llévalos a recorrer el mundo contigo.
Cachivaches
Los bolsillos llenos de pequeños trastos que se empeñan en acompañarnos a todas partes. Un paquete de pañuelos con el plástico desgastado de tanto viajar por nuestros días. Un teléfono móvil con pasión por la caída libre. Un manojo de llaves escapistas, o la libreta roja que cobija los sueños.
Menos mal que han aterrizado por aquí todos estos cálidos contenedores de cachivaches. Deliciosamente imperfectos, abrumadoramente irrepetibles. Llénalos de tus trastos, llévalos a recorrer el mundo contigo.
Menos mal que han aterrizado por aquí todos estos cálidos contenedores de cachivaches. Deliciosamente imperfectos, abrumadoramente irrepetibles. Llénalos de tus trastos, llévalos a recorrer el mundo contigo.
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